Vista: rojo cereza con ribetes rubíes.
Nariz: combinación armoniosa de las notas frutales del Tempranillo con matices propios de su paso por barrica.
Boca: goloso, de cuerpo medio y tanino dulce, con un postgusto largo y persistente.
La bodega se comenzó por el viñedo; se fueron adquiriendo terrenos de cereal y plantándolos de viña, siempre en el entorno de Pedrosa de Duero, hasta llegar en la actualidad a las 120 Ha.