Acompaña muy bien a marisco cocido, moluscos y pescado blanco, pasta ligera, en ensalada o con salsas marineras, pescado azul al horno, embutidos ahumados, carne blanca, quesos semicurados, cremas
Parte del vino fermentó y permaneció en barricas de roble francés garantizando una excelente evolución en botella.
Este vino ha sido fermentado en acero inoxidable a temperatura controlada y una posterior permanencia con sus lías finas aportándole untuosidad, cremosidad y complejidad.
Tiene una nariz afrutada y delicadamente floral, con toques de frutas de hueso y pomelo. De gran estructura y bien equilibrado en boca se muestra con notas minerales, recuerdos de mazapán y especias, con una acidez refrescante y un largo final donde se aprecia su mineralidad
93 puntos Peñín
Este vino ha sido fermentado en acero inoxidable a temperatura controlada y una posterior permanencia con sus lías finas aportándole untuosidad, cremosidad y complejidad.
Bodega Shaya